Joaquín Reyes desvela las claves del humor manchego en ‘Un país para reírlo’
El serial de la TVE ‘Un país para reírlo’ llegó a su final con una visita a Castilla La Mancha. De esta autonomía han surgido importantes humoristas en el actual siglo y hasta Albacete -su hogar- se desplazó Goyo Jiménez para descubrir el secreto de este tipo de comedia. Entre los entrevistados, cómo no, Joaquín Reyes. El artista de la familia de Sueños Musicales da su opinión junto a otros célebres como José Mota, Millán Salcedo o Berta Collado. Todos ellos apuntan a un humor rural, absurdo, chanante, socarrón a la vez que lúcido “y muy cabrón”, añade Joaquín.
A Joaquín Reyes el humor le ha llegado heredado. Confiesa que su padre siempre les hacía reír con sus ocurrencias. Raíces hogañeras que se han ido desarrollando con el paso de los años. En cuanto a referente, apunta al director de cine José Luis Cuerda. Consiguió dar un toque de intelectualidad a personajes rurales, algo poco habitual. Una manera de hacer que ha tenido su desarrollo en ese humor chanante que empezó a triunfar a través de la televisión en los primeros años de este siglo, y ya no se ha detenido a través de muy diferentes vías.
Esos programas, ‘La hora chanante’ y ‘Muchachada Nui’, también aparecen en este reportaje de ‘Un país para reírlo’. Una creación colectiva surgida tras la coincidencia en la facultad de Bellas Artes de Joaquín, Ernesto Sevilla (también integrante de Sueños Musicales), Raúl Cimas y Julián López. Juntos o por separado han ido cultivando ese humor que ha dado lugar a programas como ‘Capítulo 0’. Aunque la mayor anécdota llegó cuando Joaquín Reyes imitó a Puigdemont, y que provocó la intervención de la Policía Nacional al confundirle un vecino con el huido personaje real. Y es que las imitaciones de Joaquín Reyes siempre dan mucho de sí.